Créditos a pagos fijos

Los créditos a pagos fijos son una opción ideal para clientes que disfrutan de proyectar en base a números concretos. Con esta modalidad de pago el prestatario puede conocer el monto final que abonará en cada cuota y el plazo en el que finalizará de abonar la misma.

Por su contrario, los créditos a pagos variables son una opción que se adecua a las fluctuaciones del mercado. Esta modalidad presenta un lado positivo, ya que si las tasas de intereses baja por consecuente estos también lo hacen, pero no obstante presenta un lado negativo en el caso de que las tasas suban, elevando los intereses del préstamo. Es decir, los créditos a pagos fijos son una opción ideal para personas que no desean arriesgar en el campo de los negocios.

Los créditos a pagos fijos, como cualquier otra operación similar, están compuestos por:

– Cuota: monto e intereses que se abonan con periodicidad
– Monto total: es el número final del crédito sumado a los intereses ya pactados
– Periodicidad: es el lapso de tiempo escogido para abonar la cuota (mensual, bimestral, etc.)
– Tasa de interés: el porcentaje extra que se suma a la cuota
– Enganche: porcentaje inicial que se cobra al iniciar una operación de crédito
– CAT: Costo anual total del crédito

Los créditos a pagos fijos pueden ser la solución para adquirir bienes o servicios, pero es importante saber que incurrir en más de uno puede terminar siendo un problema.

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