¿Cuándo conviene usar tarjeta de crédito?

La principal ventaja de las tarjetas de crédito es que brindan dinero rápido y siempre a disposición. Teniendo este tipo de plástico no es necesario tener fondos en una cuenta para comprar o acceder a un servicio, ya que el importe es pagado en plazos en el tiempo a partir de una fecha estipulada por contrato y no se toma de la cuenta corriente o de ahorros personal.

Esta oportunidad de financiar compras de bienes y servicios es en un sí una gran ventaja; basándose en liquidez virtual y con condiciones muy flexibles, ya que las cantidades límites y plazos de pago pueden ser renegociadas o reestablecidas de forma mucho más simple que los créditos y préstamos bancarios tradicionales.

Otro de los ‘pros’, menor pero no menos importante, son los seguros y protecciones de riesgos asociadas, al contratar un plástico el banco incluye seguros, según el caso pólizas que cubren robos, rupturas, extravíos, desempleo y hasta muerte.

Además, estas vías de financiamiento pueden generar extensiones, dando la posibilidad a padres que den a sus hijos tarjetas de crédito dependientes de su titularidad, eximiéndolos de llevar dinero consigo, con los riesgos que esto puede significar para su seguridad.

Por último, uno de las bondades más valoradas por los usuarios de estos plásticos son los beneficios particulares que las mismas otorgan, con base a acuerdos con ciertas tiendas, supermercados, rubros o hasta planes de pago sin interés asociados a programas del gobierno.

Las tarjetas de crédito son una herramienta muy conveniente, sobre todo en ofertas de pagos sin interés y planes de pago con retorno que otorgan supermercados y otras tiendas de productos y servicios necesarios con regularidad. También son novedad las tarjetas de crédito online y los microcréditos online, dispositivos que funcionan con lógicas similares y muchos beneficios, que desarrollaremos en futuros artículos.

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