El Interés Devengado y su uso en las finanzas

Para muchos, el ámbito financiero es lejano, inentendible y misterioso. Sin embargo, es necesario comprender que todos estamos inmersos en él. Es por esto que tenemos que tener en cuenta ciertos conceptos claves. Uno de ellos es el interés devengado.

 

 ¿Qué es y para qué sirve?

Hay un principio que acompaña este término: el principio de devengado. Este dice que, en un periodo de tiempo determinado, es necesario tener en cuenta tanto los pasivos como los activos. No se considera si se realizan transacciones de ningún tipo (ya sea pagas o cobradas). Es decir, los resultados que se obtienen son los evaluados en el acto, sin tener en cuenta cuáles fueron.

Te damos un ejemplo: si tienes que pagar la cuota de un auto, debes dejarlo asentado en el momento exacto en que debas realizarlo. No debes considerar si lo realizaste antes o después, pero debe quedar manifestado de forma adecuada.

Ahora, el interés devengado es la diferencia que hay entre la inversión realizada y los intereses que se cobrarán. Es decir, si compras un auto de 100.000 pero lo sacas en cuotas y terminas pagando 130.000 esos 30.000 son el interés devengado. Su utilidad radica en que otorga la información para verificar cuál es la tasa de interés que se suma en las transacciones (como por ejemplo pedir un préstamo personal).

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