Para el unicornio alemán de la tecnología financiera Mambu, fundado en 2011 por los empresarios Eugene Danilkis, Frederik Pfisterer y Sofia Nunes, México representa hoy un nicho de oportunidades cada vez más importante.
Así lo explicó Alejandro Masseroni, recién nombrado gerente general de la empresa en el país, quien aseguró que las fintech consideran este territorio como crucial dentro de sus planes de desarrollo en toda Latinoamérica.
Y es que el país se ha ido convirtiendo paulatinamente en uno de los pilares de crecimiento de doble dígito que Mambu, empresa hoy valorada en más de 2.100 millones de dólares, ha sabido concretar a lo largo de los cuatro años que suma con presencia en este territorio.
“México es un mercado prioritario para Mambu. Es un país con una gran población y altos niveles de consumo, pero con un tema pendiente, cerrar la brecha de inclusión financiera. Una tarea muy desafiante, que exige la colaboración de todo el sector financiero ”, señaló Masseroni en una entrevista con Forbes México.
Pero la empresa, que trabaja a través de una plataforma de software como servicio (SaaS) que permite facilitar la digitalización de las actividades de las entidades financieras, no planea quedarse solo con la presencia que tienen actualmente, sino que, con miras a crecer aún más, detalla su ejecutivo, ya tienen un plan para potenciar su alcance.
Por un lado, la empresa prevé sumar más talento a su oficina mexicana para seguir avanzando en temas de desarrollo y soporte a sus clientes nacionales.
Dentro de nuestro territorio, la empresa trabaja con fintechs, Sofomes, Sofipos y bancos tradicionales, destacando casos como la plataforma Uniclick, Unifin y Financiera Contigo.
Asimismo, a nivel regional, tienen en sus manos las operaciones de Ank, la apuesta fintech del Grupo Itaú, así como Mach, del Grupo BCI, y Naranja X, del Grupo Financiero Galicia. A nivel mundial, la empresa tiene alrededor de 200 clientes en 65 países diferentes.
Por otro lado, agrega el nuevo director de la empresa de tecnología financiera en el país, también buscarán ampliar la base de socios que hoy forman parte de su ecosistema, además de que planean seguir colaborando estrechamente con socios como AWS y Google Cloud, entre otros.
“Nuestro principal objetivo es asegurar que los bancos mexicanos aceleren la habilitación de procesos digitales que respondan a las demandas del mercado. Para lograrlo, es necesario desacoplar los sistemas heredados y trabajar con una plataforma flexible y abierta, nativa de la nube, para poder evolucionar y lograr un mayor retorno de la inversión ”, dice Masseroni.
Ecosistema sólido
Pero ningún avance fintech sería posible, destaca el ejecutivo de Mambu, si México como país no hubiera sentado las bases, en términos regulatorios, para el desarrollo y avance de la tecnología financiera dentro del territorio hace unos años.
“En 2018 México dio un paso muy importante en materia de regulación con la aprobación de la Ley Fintech. Esta ley ayudó a fomentar la innovación y, como resultado, México se convirtió en uno de los principales ecosistemas fintech de la región. Hoy es un sector que está en pleno crecimiento y ya hemos podido presenciar los primeros unicornios mexicanos ”, explica.
Pero, a pesar de todo este avance que se ha logrado, Alejandro Masseroni enfatiza que es relevante que México continúe cogiendo velocidad en este tipo de soluciones.
En particular, el directivo destaca las posibilidades que hoy se encuentran disponibles gracias a la nube y que nos permiten ofrecer a los clientes un servicio bancario 24/7, personalizado y eficiente, acorde a las necesidades que hoy están presentes.
«La adopción de la nube juega un papel clave para que los bancos puedan mantenerse ágiles y lanzar nuevos productos de manera rápida y rentable», dijo el ejecutivo.
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